Signos de alerta en los dibujos infantiles: cómo detektor posibles problemas emocionales y psicológicos
Señales de advertencia en los dibujos infantiles de los niños
Por lo que he visto, los dibujos de los niños suelen mostrarnos cosas interesantes sobre sus mentes. Cuando mi hija hizo un dibujo de nuestra familia, la dejó fuera de las caritas sonrientes. Empecé a pensar en los sentimientos que podría estar experimentando. Hablar con mi familia y profundizar en el tema me ayudó a comprender que algunas partes del arte de los niños pueden revelar sus sentimientos más profundos.
Por ejemplo, el uso del color puede decir mucho. Hace tiempo, a mi hijo le gustaba dibujar con muchos colores oscuros. No hay nada intrínsecamente malo en los colores oscuros, pero usarlos mucho a veces puede hacerle sentir triste o ansioso. En lugar de sacar conclusiones precipitadas, hay que buscar tendencias. La falta de color, por otra parte, puede significar que estás emocionalmente distante o que no te interesa el mundo.
Las ideas y las cosas dibujadas también pueden mostrar mucho. Hubo un tiempo en que los dibujos de mi sobrina tenían muchos monstruos y zonas cerradas. Resultó que lo estaba pasando mal porque le daba miedo ir al colegio. Por eso, los dibujos de los libros —como las imágenes repetidas de violencia, de estar solo o de tener miedo— pueden mostrar lo que pasa por la mente de un niño.
Otra cosa interesante es cómo se dibujan los niños a sí mismos y a sus familias. Mi hija solía dibujarse a sí misma como mucho más pequeña que los demás miembros de la familia. Más tarde descubrimos que se sentía deprimida por el éxito de su hermano mayor. Los dibujos que omiten o exageran partes del cuerpo también pueden mostrar preocupaciones específicas o baja autoestima.
El uso que se hace de la habitación y la forma en que se colocan las piezas también pueden dar pistas. Los dibujos desordenados o desorganizados pueden mostrar estrés o confusión en el interior. Lo vi en el arte de mi hijo durante un curso escolar muy ajetreado. Por otro lado, los dibujos demasiado simples o que no muestran muchos detalles podrían significar que la persona se siente sola o emocionalmente distante.
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Cómo detectar y responder a posibles problemas
El contexto es muy importante a la hora de averiguar qué ha dibujado un niño. Antes de juzgar un dibujo, una de las primeras cosas que hago es buscar patrones que aparezcan una y otra vez. En este caso, si mi hijo dibuja monstruos en un dibujo, probablemente sea porque ha visto una película de miedo recientemente. Pero si sigue ocurriendo, debería investigar más.
Otra herramienta que utilizo es la conversación abierta. Sé hacerles preguntas abiertas sobre sus imágenes, como «¿Qué pasa aquí?». O: «¿Puedes contarme más sobre esta parte?». Los niños pueden decir muchas cosas cuando no se sienten observados o juzgados. Una vez descubrí que mi hijo estaba estresado por un proyecto escolar, preguntándole por un dibujo que no parecía importante.
Puede ser bueno hablar con profesionales de vez en cuando. Si veo repetidas señales de alarma en los dibujos de mis hijos, me planteo hablar con un psicólogo infantil. Estos expertos pueden analizar lo que ocurre y ayudarnos a averiguar qué está pasando. Con este paso no intentamos asustarnos, sino asegurarnos de que abordamos cualquier posible problema de inmediato.
Además, la supervisión es muy importante. Con el tiempo, me fijo en cómo cambian los dibujos de mis hijos. Cuando cambian de humor, los cambios de temas, colores o estilos pueden ser una señal. Por ejemplo, cuando mi hija pasó de los colores oscuros a los brillantes, también hizo nuevos amigos en el colegio, lo cual fue positivo.
Por último, pero no por ello menos importante, crear un espacio acogedor en la escuela y en casa también ayuda. Les digo a mis hijos que pueden mostrarse de muchas maneras, como a través del arte, el juego o hablando. Este método global les hace sentirse escuchados y valorados, lo cual es muy importante para su salud mental.
Estos pensamientos no se refieren solo a mis hijos; se trata de juntar las cosas y darles un lugar seguro para crecer. Aunque no soy consejera, estos pasos me han ayudado a aprender más sobre cómo se sienten mis hijos. Además, aunque sólo sea por eso, ¡hacen que las conversaciones familiares sean muy interesantes!
He aquí algunas cosas que he aprendido observando los dibujos de los niños. Es interesante ver cómo los colores, los temas y la forma en que se dibujan a sí mismos y a otras personas pueden decirnos algo sobre cómo se sienten. Para mí, no se trata sólo del arte en sí, sino también de los debates que pueden suscitar estos dibujos. Hacer preguntas abiertas y escuchar atentamente puede marcar una gran diferencia. También me han ayudado los patrones a lo largo del tiempo y, a veces, pedir consejo cuando las cosas no parecen ir bien.
Descubrir lo que mis hijos intentan decir a través de su arte ha sido toda una aventura. No siempre es fácil, pero siempre merece la pena. Estos acontecimientos me han enseñado lo importante que es darles un lugar donde puedan hablar de sus sentimientos sin miedo a ser juzgados, tanto si se trata de pequeños como de grandes problemas. ¿Quién lo iba a decir? Las líneas de colores y las figuras de palo pueden significar mucho más de lo que pensamos a primera vista.
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