Dibujos para colorear como herramienta terapéutica en la psicología infantil

Dibujos para colorear en Terapia Infantil

Rápidamente nos hicimos amigos de otra familia cuyo hijo estaba en la misma clase de parvulario que el mío. Como padres, hablábamos de muchas cosas relacionadas con el crecimiento y el desarrollo de nuestros hijos. Con el tiempo, nuestras conversaciones derivaron hacia mi interés por la psicología infantil. Cuando se enteraron de que dirijo un sitio web que traduce dibujos infantiles, les entusiasmó contarme sus propias experiencias con los libros para colorear.

La madre habló de cómo, de niña, dibujaba durante horas y horas, llenando las páginas de colores brillantes. Decía que era un lugar seguro donde podía perderse y olvidarse de sus problemas. No se trataba sólo de hacer algo bonito para ella; dibujar era un hábito relajante que la ayudaba a concentrarse y a sentirse tranquila. Sus historias me recordaron algo que he visto muchas veces en el trabajo: dibujar puede calmar e interesar la mente de un niño.

A medida que hablábamos de cómo colorar había ayudado a su hijo, se hizo evidente que esta sencilla práctica tenía grandes beneficios. Vieron que cuando su hijo llegaba a casa de la guardería después de un día duro, lo primero que hacía era coger un libro para colorear. Era como si en el fondo supiera que esa acción le ayudaría a relajarse. Al ver a su hijo elegir tranquilamente los colores y no salirse de las líneas, comprendieron que colorear no era sólo una actividad divertida, sino una forma de expresarse y manejar sus sentimientos.

Estas experiencias compartidas me tocaron la fibra sensible y me hicieron darme cuenta de lo importantes que son este tipo de acontecimientos en el campo de la psicología infantil. En la vida real, cosas que parecen fáciles, como colorear, pueden tener grandes efectos en la salud emocional de un niño. A menudo les dan una forma de decir cosas que quizá aún no sean capaces de decir. Las conversaciones con esta familia me hicieron estar aún más segura de que algo tan sencillo como un libro para colorear puede tener un efecto duradero en el crecimiento mental y emocional de un niño.

Beneficios terapéuticos de colorear

Cuando hablé con los padres sobre cómo el dibujo puede ayudar en la terapia, fue interesante ver cómo sus experiencias coincidían con lo que ven muchos psicólogos. Se dieron cuenta casi de inmediato de que dibujar hacía que su hijo se sintiera más tranquilo. Colorear parecía ser un lugar seguro para que su hijo afrontara sus sentimientos sin tener que hablar de ellos en los días en que estaba realmente estresado, como cuando el colegio era demasiado o cuando se peleaba con un amigo.

Colorear utiliza el sistema nervioso autónomo del niño, que le ayuda a lidiar con el estrés. Rellenar formas una y otra vez puede ayudar a controlar la respiración y reducir los niveles de cortisol, que es una hormona del estrés. Los padres pueden notar que su hijo está más tranquilo y concentrado mientras colorea. Esto no se debe sólo a que la página para colorear les distraiga, sino a que la respuesta de su cuerpo al estrés ha cambiado.

Los padres también observaron cambios en la capacidad de concentración y atención de sus hijos. Mientras observaban a su hijo elegir cuidadosamente los colores y no salirse de las líneas, se dieron cuenta de que este ejercicio parecía ayudarles también a concentrarse en otras cosas. No es de extrañar, porque colorear obliga a los niños a concentrarse en lo que están haciendo, lo que les ayuda a ser más pacientes y a prestar atención a los detalles. Esta práctica de mantener la concentración puede ayudar al niño con otras partes de su aprendizaje, facilitándole la realización de tareas más estructuradas para la escuela.

Otra de las cosas de las que hablamos fue de cómo el dibujo ayudaba a su hijo a mostrar sentimientos que aún no sabía cómo expresar. Aprendieron a averiguar el estado de ánimo y los sentimientos de su hijo observando los colores que elegía y la intensidad con la que coloreaba. Por ejemplo, se daban cuenta de que su hijo estaba muy enfadado o triste porque los dibujos eran más oscuros y las líneas más ásperas. Los padres pudieron hablar con su hijo sin utilizar palabras, lo que les ayudó a resolver problemas más profundos.

Por último, estaba claro que dibujar una y otra vez era relajante tanto para el niño como para los padres. En algunos casos, participaban porque les ayudaba a relajarse después de un largo día. Todos los miembros de la familia descubrieron que dibujar juntos no sólo les unía más, sino que también les ayudaba a relajarse. Al convertirse en una pequeña pero importante parte de su vida diaria, se corroboró la idea de que las tareas sencillas y creativas pueden ayudar a niños y adultos a sentirse mejor.

Dibujos para colorear
Entender Arte Niños

Aplicaciones prácticas en terapia

Hablaron de cómo la profesora de guardería de sus hijos a veces utilizaba el dibujo como parte de la rutina diaria, especialmente cuando los niños parecían inquietos o demasiado activos. Este método no era sólo una forma de mantener a los niños ocupados, sino también una manera planificada de ayudarles a pasar de estar muy activos a estar tranquilos y concentrados.

Los terapeutas pueden, por ejemplo, dar a un niño una hoja para colorear con un tema determinado, como los sentimientos o la familia, y observar cómo interactúa con ella. Los terapeutas pueden averiguar qué siente o piensa el niño, fijándose en los colores utilizados, la intensidad de los trazos y dónde se concentra. Este método funciona especialmente bien con los niños que aún no se sienten cómodos o no pueden hablar de lo que sienten.

Cuentan que el terapeuta de su hijo les sugirió que colorearan con él todos los días, sobre todo en situaciones de estrés o desacuerdo. Este enfoque rompió el ciclo de enfadarse más y más, dando al niño la oportunidad de reagruparse y calmarse antes de abordar el problema de una manera más positiva.

Colorear también puede servir para fomentar buenos hábitos y formas de afrontar el estrés. Por ejemplo, a un niño se le pueden dar ceras de colores como premio por manejar bien una situación difícil. Con el tiempo, esto ayuda al niño a relacionar el colorear con el autocontrol y la sensación de logro, convirtiéndolo en una parte normal de su caja de herramientas emocionales.

Ejemplos de uso en psicología infantil

En sus reuniones terapéuticas, hablaron de varias ocasiones en las que la coloración había ayudado a su hijo, demostrando lo útil que puede ser como herramienta. Un ejemplo fue cuando su hijo estaba ansioso por empezar la guardería. Durante la terapia, el terapeuta preparó varias páginas para colorear con temas de cambio y transición. Al niño se le daban dibujos para colorear de distintos lugares, como un patio de recreo o un colegio. Esto les ayudó a ver el nuevo lugar con buenos ojos.

Otro ejemplo: se utilizaron dibujos para tratar la baja autoestima. En el libro para colorear que el terapeuta le dio al niño, había afirmaciones positivas y dibujos de niños haciendo diferentes tareas. El terapeuta les dijo a los niños que hablaran de las cosas buenas de sí mismos y de las cosas que habían hecho mientras coloreaban los dibujos. El niño se sintió mejor consigo mismo después de hacer esta actividad y también le ayudó a aprender a hablarse positivamente a sí mismo, que es una parte importante de tener una buena imagen de sí mismo.

También hablaron de cómo se utilizaba el dibujo en la terapia familiar. El terapeuta pidió al niño y a ambos padres que colorearan juntos como forma de conocerse mejor y mejorar los lazos familiares. Pudieron mantener conversaciones profundas en un ambiente tranquilo y sin confrontaciones mientras coloreaban juntos. Se convirtió en una forma de hablar de temas familiares y resolver los problemas que se escondían sin tener que mantener una conversación oficial.

El terapeuta utilizaba el dibujo como una forma de terapia de exposición con los clientes más difíciles. Por ejemplo, cuando el niño tenía problemas con el miedo a ciertos animales, el terapeuta le daba páginas coloreadas con esos animales. Mostrando poco a poco estos dibujos al niño en un entorno seguro y controlado, podía enfrentarse a sus miedos de una forma que no le hacía sentirse amenazado. Esto les ayudó a sentirse menos ansiosos con el tiempo.

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