Dibujos infantiles – Etapas del desarrollo en el dibujo infantil
A medida que los niños crecen, sus dibujos pasan por etapas claras. Los niños suelen empezar a hacer garabatos cuando tienen entre 2 y 4 años. No son aleatorios; muestran los primeros intentos del niño por controlar sus movimientos y describirse a sí mismo. Por ejemplo, cuando tenía tres años, mi sobrina empezó a dibujar círculos que se convertían en personas. Esta progresión mostraba cómo iba mejorando en el control de los movimientos de su mano y empezaba a dibujar lo que veía.
Esta etapa empieza para los niños de 4 a 7 años. Las formas de sus dibujos empiezan a ser más claras. Durante una reunión familiar, el hijo de mi amigo dibujó un montón de figuras de palo con cabezas grandes y cuerpos sencillos para cada miembro de la familia. Estos dibujos mostraban cómo empezaba a trazar formas humanas, prestando especial atención a los ojos y las bocas, que siempre eran más grandes de lo que realmente eran.
La etapa de diseño dura de los 7 a los 9 años y añade más estructura y orden. Los niños empiezan a utilizar líneas de base y a colocar las cosas de forma que tengan sentido. Mi hija solía dibujar mucho a su familia durante esta etapa. Siempre estaban de pie sobre una línea de hierba verde bajo un cielo azul, con el sol en la esquina. Estos rasgos constantes demostraban que estaba aprendiendo más sobre cómo funciona el espacio y cómo funciona su entorno cotidiano.
Entre los 9 y los 12 años, los dibujos de los niños empiezan a parecer más reales, con más detalles y profundidad. El hijo de mi vecina dibujaba escenas de guerra muy detalladas, con soldados del tamaño adecuado para la escena y entre sí. Su atención a los detalles, como el uso del color y los distintos puntos de vista, demostraba que estaba aprendiendo cosas nuevas y mejorando en la representación de ideas y situaciones más complicadas.
Colores y emociones: lo que revelan las elecciones cromáticas de los niños
Los colores que los niños utilizan en sus dibujos pueden mostrar cómo se sienten. Los colores vivos y brillantes suelen hacer que la gente se sienta feliz y a gusto. Por ejemplo, los dibujos de mi prima siempre estaban llenos de amarillos y verdes brillantes, que mostraban lo feliz y extrovertida que era. Utilizaba estos colores una y otra vez, lo que demostraba que, en general, estaba contenta con su vida.
En cambio, los tonos más oscuros pueden significar problemas o malestar. Hubo un tiempo en que las fotos de mi hijo eran casi todas negras y grises. Sobre todo después de mudarnos a otra ciudad. Le costaba acostumbrarse a su nuevo colegio y hacer nuevos amigos. Durante ese tiempo, sus dibujos dejaban claro cómo se sentía: inseguro e incómodo.
Los estudios de casos en psicología infantil muestran a menudo la importancia de la elección de colores. Un estudio descubrió que los niños que habían sufrido un acontecimiento traumático tendían a utilizar colores más oscuros y apagados cuando dibujaban. Cuando la familia de una niña pasó por un suceso terrible, empezó a dibujar a su familia con colores oscuros y muy poco ambientados. Cuando fue a terapia y las cosas mejoraron para ella, sus dibujos se volvieron más brillantes y detallados, lo que demostraba que estaba mejorando emocionalmente.
Además, algunos niños pueden utilizar el color como metáfora. La hija de una amiga que tiene un fuerte vínculo con la naturaleza suele utilizar verdes y azules para mostrar paz y calma. Estos colores brillantes en sus dibujos de bosques y ríos muestran lo mucho que le gusta el aire libre y lo tranquila que se siente allí.
Análisis de figuras humanas en los dibujos infantiles: detalles y significados
Los dibujos de personas hechos por niños pueden mostrar mucho sobre su vida interior. La cantidad de detalles y la forma en que están dibujadas las figuras pueden mostrar cómo se ven a sí mismos y cómo se relacionan con los demás. Por ejemplo, mi hijo suele dibujar a la gente con mucho detalle, tanto la cara como la ropa, lo que demuestra que le interesan los rasgos y la personalidad de las personas. Le gusta dibujar a sus amigos con peinados y ropas diferentes, lo que demuestra que le interesa mucho cómo interactúan las personas entre sí.
Los dibujos con caras expresivas pueden decir mucho. Cuando era más pequeña, mi hija dibujaba a los miembros de su familia con grandes sonrisas o con el ceño fruncido, según cómo se sintiera la familia. En un dibujo que me llamó la atención, se dibujó a sí misma con cara triste mientras todos los demás estaban contentos. Esto nos hizo hablar de cómo se sentía y nos contó que tenía problemas con algo en el colegio. Utilizó sus dibujos para hablar de cómo se sentía cuando no encontraba las palabras adecuadas.
La disposición y el tamaño de las figuras también dan información. Mi hijo se dibujó a sí mismo más grande que los demás. Estaba claro que se sentía seguro de sí mismo y quizá incluso un poco al mando de la familia en ese momento. En cambio, cuando se dibujaba más pequeño y en un rincón, significaba que se sentía inseguro o que los demás eran más grandes que él.
Estas conclusiones están respaldadas por estudios de casos. Un estudio analizó a un niño que siempre se dibujaba a sí mismo con las manos más pequeñas que sus amigos. Este detalle demostraba que no creía en sus propias habilidades. Tras recibir ayuda y apoyo en sus actividades, empezó a dibujar figuras más a escala, lo que demostró que se sentía mejor con su creciente confianza en sí mismo.
En uno de mis proyectos personales con niños, vi que los niños que acababan de pasar por un gran cambio, como tener un nuevo hermano o mudarse, se dibujaban a sí mismos con menos claridad o en segundo plano. Esto hacía parecer que se sentían menos importantes u olvidados durante el cambio. Si los padres y profesores se fijan en estos signos, pueden ayudar a los niños a afrontar sus sentimientos y situaciones de forma sana.
Interpretación de dibujos familiares: dinámicas y relaciones emocionales
Las fotos que los niños hacen de sus familias revelan mucho sobre cómo se sienten y qué piensan de sus relaciones familiares. Lo que un niño siente por su familia se puede ver en cómo se incluye o se deja fuera a los miembros de la familia, cómo se configura el espacio y las actividades que se muestran.
En un caso, la hija de mi amiga no paraba de hacer dibujos familiares en los que no aparecía su hermano pequeño. Esto alertó a mi amiga, que tomó medidas para mejorar la relación entre los hermanos, haciendo cosas con ellos y elogiándolos. Con el tiempo, el hermano pequeño empezó a aparecer en los dibujos, lo que demostraba que se llevaban mejor y se aceptaban mutuamente.
El hecho de que los miembros de la familia se dibujen cerca unos de otros también dice mucho. Una vez, mi hijo dibujó a su familia para un proyecto escolar. En él, todos estaban muy juntos y cogidos de la mano. Esto me hizo pensar en nuestra familia como unida y con fuertes lazos afectivos. En cambio, un niño que se coloca lejos de otros miembros de la familia o en una parte distinta de la página, puede estar sintiéndose solo o desconectado.
El tamaño de las imágenes es otra cosa en la que pensar. El hijo de mi amiga hizo una vez un dibujo familiar y el padre era mucho más grande que todos los demás. Esto podría significar que el niño ve al padre como una figura bondadosa o que es la persona más importante de la familia. Por otro lado, una figura más pequeña podría significar que esa persona se siente poco importante o relegada a un segundo plano.
Los dibujos de actividades familiares también pueden enseñarnos algo. Nuestra familia solía jugar a un juego de mesa y mi hija lo dibujó. Esto no sólo mostraba una actividad familiar favorita, sino también lo cooperativas y atractivas que son nuestras relaciones familiares. Por otro lado, un dibujo de miembros de la familia haciendo cosas diferentes podría significar que no se llevan bien o que no comparten recuerdos.
Los estudios de casos sobre desarrollo infantil corroboran estos puntos. Por ejemplo, un estudio sobre niños de distintos tipos de familia reveló que los de familias fuertes y solidarias solían dibujar a los miembros de la familia muy juntos, haciendo cosas juntos y con aspecto feliz. En cambio, los niños que vivían en entornos con menos apoyo tenían dibujos más desorganizados y distantes entre sí.
Casas y árboles en el dibujo infantil: símbolos de seguridad y crecimiento
Los niños suelen dibujar casas y árboles para demostrar que se sienten seguros y que están creciendo como personas. Estas cosas pueden decir mucho sobre cómo un niño ve su mundo y cómo se siente por la forma en que se muestran.
Cuando los niños dibujan casas, suelen referirse a su vida hogareña y a su sensación de seguridad. Por ejemplo, cuando mi hija dibuja nuestra casa, siempre le da un aspecto cálido y acogedor, poniéndole una puerta grande y abierta y muchas ventanas. También añade flores y un jardín, lo que demuestra lo contenta que está con su casa. En cambio, un niño que dibuja una casa con puertas cerradas y sin ventanas puede estar mostrando que se siente aislado o solo.
Otra forma popular en los dibujos infantiles es el árbol. Suelen representar la vida, el crecimiento y la seguridad. A mi sobrino le encanta dibujar árboles grandes y verdes con troncos fuertes. Puede que representen cómo se siente con los pies en la tierra, seguro. Por otro lado, un árbol con tallos rotos o sin hojas podría significar que está alterado o inestable.
Los estudios de casos aportan a estas opiniones más información de fondo. Por ejemplo, un estudio sobre niños de distintos grupos socioeconómicos reveló que los que procedían de hogares estables y afectuosos dibujaban casas y árboles llenos de vida. En cambio, los niños que vivían en entornos menos estables tendían a dibujar versiones de estas cosas más sencillas o menos llenas de cosas.
Durante uno de mis proyectos con niños, me di cuenta de que los niños que se sentían seguros y felices en casa solían dibujar casas con muchos detalles, como humo saliendo de las chimeneas, campos con flores y ventanas que dejaban ver a los miembros de la familia. Esta cantidad de detalles mostraba no sólo cómo mejoraba su arte, sino también lo contentos y cómodos que estaban con el lugar donde vivían.
Por otro lado, los niños cuyos hogares eran inestables o atravesaban problemas solían dibujar casas con pocos detalles y, a veces, con nubes o lluvia sobre ellas que daban miedo. Estos dibujos proporcionaron a padres y profesores una forma visual de ver cómo se sentían los niños y les ayudaron a averiguar qué niños podían necesitar más ayuda.
Los padres y profesores pueden aprender mucho sobre la salud mental y la sensación de seguridad de un niño observando estos símbolos en sus dibujos. Esto puede ayudarles a afrontar cualquier preocupación y crear un espacio seguro para que crezcan.
Los dibujos infantiles son una ventana al mundo interior de los niños, revelando sus emociones y pensamientos. Observando y comentando sus dibujos, los padres pueden apoyar su crecimiento. Lea más en Dibujos Infantiles – Cómo Determinar El Talento Del Niño A Partir De Sus Dibujos.